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Probando un wearable

Hace tiempo que teníamos ganas de probar uno de esos dispositivos wearable de los que tanto se habla y aprovechando una oportunidad que ha surgido nos han prestado una pulsera de actividad (en concreto una Fitbit Flex) que hemos aprovechado para analizar.

Se trata de un dispositivo que podemos considerar de gama media y se basa en una pulsera que incluye el dispositivo con los sensores y una app para el teléfono (Adroid o IOS) y para el PC (conectado a través de un pequeño módulo usb).

Estas que os pongo han sido nuestras impresiones después de haberla utilizado durante casi un mes de forma continua. Hemos tratado de que sea un análisis algo más personal que lo que se pueda encontrar por ahí, en las muchas comparativas y análisis que hacen en las distintas revistas digitales y páginas web que hay por en el universo de Internet.

Funcionalidad

Los parámetros que el dispositivo es capaz de monitorizar son: pasos, Km recorridos, calorías quemadas, tiempo de actividad alta, registros de ejercicio físico y ciclos de sueño. No todos son recogidos a través de los sensores, como es evidente, sino que algunos de ellos son calculados por la propia aplicación.

Y además el sistema permite registrar, manualmente a través de la aplicación disponible para los distintos dispositivos: peso, alimentación y cantidad de agua ingerida.

fitbit-general

Uno de los aspectos que más nos interesaba del dispositivo era su autonomía (aspecto del que ya hemos hablado de forma genérica en este mismo blog) y en este sentido la pulsera aguanta aproximadamente unos 5 días de uso continuo, tal y como especifica el fabricante. Es bastante más de lo que nos esperábamos inicialmente, esa es la verdad. Sin embargo se produce la circunstancia de que una pulsera de este tipo está preparada para ser utilizada las 24 horas del día y, por lo tanto, nunca aparecía un momento adecuando para ponerla a cargar (no puedes, por ejemplo, dejarla cargando por la noche porque entonces no puedes monitorizar el sueño). Además, la carga a través de su propio conector requiere un ordenador y no siempre estaba a mano y con tiempo para hacer una carga completa.

Usabilidad

La verdad es que la pulsea es realmente sencilla de utilizar. Se ajusta razonablemente bien a la muñeca, no es excesivamente grande (más pequeña que un reloj de pulsera de tamaño normal) y no es molesta de llevar de forma continua. Casi consigues olvidarte de que la llevas puesta en la mayoría de las ocasiones.

Quizás lo más complicado de interpretar son las lucecitas que lleva y a través de las cuales puedes intuir algunos parámetros de la información que va recuperando. El hecho de no tener un interfaz como tal hace que esa información sea muy limitada y, en la mayoría de los casos, de escasa utilidad.

fitbit-km

En cuanto a la aplicación que acompaña a la pulsera, tampoco es excesivamente compleja. Muestra la información claramente y se sincroniza sin problemas con el dispositivo. Ofrece los datos básicos recogidos por el dispositivo y un gran número de gráficas para cada uno de los parámetros (evolución a lo largo de tiempo en su mayoría). También permite compartir la actividad con amigos que dispongan de dispositivos similares y de fijarte retos personales, utilizando un sistema de recompensas al estilo de muchas otras aplicaciones.

Información recogida

Ya hemos hablado de los parámetros que la pulsera es capaz de recoger, bastante sencillos y limitados. Lo cierto es que hay que creerse los datos que da. Nos sorprendió mucho (por elevada) la medida de los pasos, ya que somos personas de poca actividad física (al menos el que escribe). Es posible que el hecho de ser un dispositivo de muñeca haga que esta medida se falsee (pudimos comprobar que contaba pasos con el simple movimiento del brazo, sin estar andando) y por lo tanto no aporta demasiada credibilidad.

El GPS no nos pareció que ofreciera resultados demasiado exactos en comparación con otras aplicaciones disponibles para teléfonos inteligentes. Las pruebas que hicimos no ofrecieron la exactitud esperada y, en algunas ocasiones, el dispositivo se volvió loco con la ubicación. Un poco decepcionante si consideramos que la principal utilidad de estos dispositivos está en la gente que realiza actividad al aire libre y para los cuales esta funcionalidad será de las más importantes.

En lo que respecta  a la información que hay que suministrar directamente en la aplicación, hay que tener mucho interés y mucha perseverancia para hacerlo de forma constante. La ingesta de agua es relativamente sencilla de indicar pero la alimentación, sobre una completa base de datos de productos (todo hay que decirlo) resulta tediosa y no invita a registrarla comida tras comida.

La información sobre los ciclos de sueño

La información relativa al sueño, duración  y calidad era quizás lo que más nos llamaba la atención de antemano. En este sentido el dispositivo fue algo decepcionante. Para empezar era necesario fijar el punto de comienzo y de fin del sueño (lo que otros dispositivos hacen de forma automática) y además la información ofrecida era limitada (comienzo, fin, duración y algo aproximado a la calidad, cosa que todo aquel que se despierta sabe automáticamente).

fitbit-sueño

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Conclusiones

Después de un mes de uso, no hemos encontrado una motivación suficiente para continuar utilizando el dispositivo día tras día. La información que proporciona no resulta de demasiada utilidad y pasa por ser, simplemente, información curiosa. Quizás la gente que puede practicar ejercicio fisico de forma regular podría encontrar en ella más utilidad aunque la falta de un pulsómetro hace que no sea un dispositivo completo para estas actividades. Tampoco ayuda el hecho de que su interfaz sea casi inexistente. Otros dispositivos, que ofrecen la hora o incluso las notificaciones del teléfono, pueden resultar más atractivos y pueden favorecer su uso diario.

Evidentemente el modelo probado pertenece a la gama media/baja y seguramente modelos de reciente aparición sean más completos en cuando a funcionalidad y experiencia de uso. Sin embargo consideramos que hay dos aspectos que determinarán si los wearables triunfarán y los incorporaremos a nuestra vida como nuevos elementos de uso cotidiano o no: los parámetros que sea capaz de recoger y su autonomía.

Para que alguien se comprometa a llevar uno de estos dispositivos día tras día será necesario que los parámetros que pueda recoger sean realmente útiles y, en este caso, no nos lo ha parecido así. De hecho, con un teléfono y una app se puede obtener prácticamente la misma información por lo que no compensa cargar con un aparatito adicional. Esperemos que en el futuro (casi ya presente por lo mucho y rápido que evoluciona la tecnología) los dispositivos de este tipo tengan más cosas que aportar.

¿Habeis tenido la oportunidad de probar algún wearable de este tipo? ¿Cuáles han sido vuestras impresiones?

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